La Ruta de la Seda / Thomas O.Höllmann; [traducción de Elena Bombín Izquierdo]
Language: spa Original language: German Series: (El libro de bolsillo. Historia ; 47)Publication details: Madrid : Alianza Editorial , 2015 Edition: 2ª edDescription: 182 p. : il., mapas ; 18 cmISBN: 9788420697338Subject(s): Relaciones comerciales | Ruta de la SedaAbstract: Utilizada desde la Antigüedad, la Ruta de la Seda acabó uniendo ya en el siglo I de nuestra era las ciudades costeras del Oriente Próximo con el lejano y casi fabuloso Imperio chino. Thomas O. Höllmann aporta en este libro una concisa y atractiva panorámica sobre más de dos mil años de historia en torno a esta mítica vía comercial que discurre a través de desiertos, cordilleras y estepas punteados de estaciones que el viajero avistaba con alivio, así como por ciudades magníficas, como Damasco, Bagdad o Samarcanda. Valor y codicia, caravasares, navíos, mercancías preciosas y exóticas -desde la seda, que le acabó dando nombre, a especias, maderas, marfil, conchas de tortuga y cuerno de rinoceronte- son sólo algunos de los motores que acabaron por hacer leyenda la extensa red de caminos erizados de peligros e incomodidades que la conforman.Item type | Current library | Call number | Status | Date due | Barcode |
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Monografías | Biblioteca Central del MAEC Depósito | 60576 | Available | 1077494 |
Tít. original: Die Seidenstrasse
Bibliografía (p. 161-167)
Utilizada desde la Antigüedad, la Ruta de la Seda acabó uniendo ya en el siglo I de nuestra era las ciudades costeras del Oriente Próximo con el lejano y casi fabuloso Imperio chino. Thomas O. Höllmann aporta en este libro una concisa y atractiva panorámica sobre más de dos mil años de historia en torno a esta mítica vía comercial que discurre a través de desiertos, cordilleras y estepas punteados de estaciones que el viajero avistaba con alivio, así como por ciudades magníficas, como Damasco, Bagdad o Samarcanda. Valor y codicia, caravasares, navíos, mercancías preciosas y exóticas -desde la seda, que le acabó dando nombre, a especias, maderas, marfil, conchas de tortuga y cuerno de rinoceronte- son sólo algunos de los motores que acabaron por hacer leyenda la extensa red de caminos erizados de peligros e incomodidades que la conforman.