La embajada de España en Roma en la segunda mitad del siglo XVIII / Maximiliano Barrio Gozalo

Aunque, en la segunda mitad del siglo XVIII, la Corte romana había perdido influencia en el concierto internacional, para los países católicos, y de forma especial para España, seguía teniendo gran importancia por los muchos intereses que estaban en juego, tanto de carácter político como eclesiástico. Por eso la embajada del rey católico sigue manteniendo gran prestancia en la segunda mitad del Setecientos, sobre todo durante el reinado de Carlos III, porque algunas de las reformas que pretendía llevar a cabo afectaban a los privilegios o derechos de la Curia romana. Sin embargo, los embajadores de este periodo, con alguna excepción, ya no son cardenales o aristócratas sino juristas y regalistas que se esfuerzan por disminuir las dependencias de la Corte romana. Este libro tiene por objeto el estudio de la embajada y las instituciones anejas, de forma que, después de analizar las relaciones hispano-romanas, se centra en el estudio de los embajadores y su ministerio, el barrio de la embajada y la agencia de preces, cuyo titular dependía del embajador.