Le quitte ou double de Hafez-el-Assad / Joseph Samaha

!"Si bien no puede haber guerra sin contar con Egipto, no habrá probablemente tampoco paz sin Siria!". Esta declaración de Henry Kissinger, ex-secretario de Estado norteamericano, hecha después de la guerra de Kippur (octubre 1973) parece más actual que nunca. No es preciso recordar que todos los cálculos y maniobras del presidente Hafez-el-Assad se dirigen precisamente hacia el objetivo de preservar el papel regional de Siria, su país. Las negociaciones bilaterales con Israel para la retirada del Tsahal de los Altos del Golán deben examinarse desde esa perspectiva. La salvaguarda de los intereses politico-económicos de Siria en el Líbano entra también en este cuadro al igual que el establecimiento de relaciones económicas privilegiadas entre Damasco y Washington a imagen y semejanza de las que existen entre Israel y Estados Unidos y entre Egipto y los norteamericanos. Pero Hafez el-Assad sabe que le queda poco tiempo y que si desea conseguir todos sus objetivos debe preparar rapidamente su sucesión.